Es increíble que para poder tratar de solucionar la falta de corazón ó el mal hacer de una persona hayan tenido que intervenir otras muchas y luchar por hacer el bien para conseguir que un inocente olvide todo el sufrimiento vivido.

En este caso se logró. Esta es una historia de las que han podido acabar con un final feliz.

Él ahora se llama “Franki”, pero fue como otro de muchos perros anónimos maltratados, rescatado en pésimas condiciones por una Protectora.

A él lo encontraron en Mallorca, en las proximidades del Parque de Bomberos  de Artá; En aquel momento tenía aproximadamente 6 meses, lo recogieron maltratado, asustado, desnutrido, desorientado y con una gran herida alrededor de su cuello producida por la cadena que, desde hacía meses se le fue clavando poco a poco en la piel a consecuencia del abandono y la desidia del que fuera su primer propietario.

Rápidamente se le traslado la clínica veterinaria donde fue operado de urgencia; se necesitaron dos veterinarios para poder despegarle la cadena de la carne, la cual estaba incrustada más de 2 cm por dentro de la piel.

Además se certificó con una analítica el grave estado de desnutrición en el que se encontraba.

Se le alojo en una casa de acogida donde se recuperó de sus heridas y fue cogiendo peso, una semana después comenzó a dar sus primeros pasos.

Consiguieron dar a conocer su caso y buscarle una familia de adopción y Franki tuvo la gran suerte de ser recogido por un matrimonio que le dedico todo su cariño y esfuerzo.

Al encontrarse con que ellos solos no podían rehabilitar a Franki acudieron a nuestro Centro Canino Mallorcan para que les ayudásemos.

Efectivamente ya habían pasado 3 meses desde que se le rescato y aunque físicamente estaba recuperado y sus heridas del cuello curadas, Franki emocionalmente no se encontraba como debiera, ya que debido al terrible maltrato que había sufrido, tenía miedo a personas extrañas, miedo a relacionarse con otros perros, a ruidos etc. y mostraba mucha inseguridad.

Se aconsejó a los propietarios el realizar una terapia de conducta y un curso de Obediencia Básica.

Fue un trabajo muy delicado para nuestro adiestrador de Mallorcan, dada la problemática de Franki y también porque estábamos en el punto de mira de las protectoras y los veterinarios que ponían en duda que esta rehabilitación se pudiera hacer correctamente.

Y aquí entra en escena nuestra querida Perra Loba “ Thelma “, que junto con nosotros ayudo con todo su entusiasmo a rehabilitar a Franki.

Le supo mostrar que el mundo también es divertido, que hay muchas cosas por oler que hay muchas formas de jugar y que hay mucha gente a la que “si” se puede querer y en la que poder confiar.

Nuestro Adiestrador supo elegir la técnica adecuada a su carácter y siempre trabajando en forma positiva fue realizando su adiestramiento en obediencia.

Un trabajo OK para Mallorcan que en 15 días devolvía un perro alegre y obediente a la nueva familia que lo adopto.